Jalisco impulsa la conservación del águila real en la región

Jalisco ha implementado proyectos para proteger y monitorear el hábitat del águila real, especie emblemática y sagrada para la tradición Wixárika.

El águila real, un símbolo nacional y sagrado para la tradición Wixárika, encuentra en Jalisco un hogar donde se impulsan acciones para su conservación. El Gobierno estatal, en colaboración con diversas instituciones y gobiernos municipales, ha implementado proyectos destinados a proteger y monitorear el hábitat de esta emblemática ave.

Con motivo del Día Nacional del Águila Real, conmemorado el 13 de febrero de cada año, se destaca el trabajo realizado en la región norte de Jalisco. La Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para la Gestión Integral de la Región Norte de Jalisco (JINOR) y el Fideicomiso del Fondo Estatal de Protección al Ambiente del Estado de Jalisco (Fepaj) han integrado brigadas de monitoreo especializadas, identificando siete territorios de anidación y documentando casos de éxito reproductivo.

Asimismo, la Junta Intermunicipal de Medio Ambiente Altos Norte (JIAN) y la asociación civil Faunística han trabajado en el monitoreo del águila real, confirmando la anidación de una pareja y documentando el proceso de crecimiento de un polluelo, el primero registrado en la región.

La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) ha ejecutado proyectos como el “Brigada o Comité de Vigilancia Ambiental Participativa” en territorios de Mezquitic y Huejucar, identificando sitios de anidación compartidos con el estado de Zacatecas.

Además, se han firmado convenios de coordinación entre la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) y los Gobiernos de Jalisco, Zacatecas y Sonora, así como la Firma de Manifiesto para la Protección del Águila Real en el Territorio del Corredor Biocultural del Centro y Occidente de México (Cobiocom).

El águila real, considerada una especie sombrilla, refleja la salud de los ecosistemas donde habita. Sin embargo, enfrenta amenazas como el envenenamiento por presas contaminadas, cables de alta tensión y la pérdida de hábitat, por lo que es fundamental continuar con los esfuerzos de conservación en la región.